REVISTA SIEMPRE
(México).
Domingo, 07 de junio de 2009

ENRIQUE MALLEN. 2008, Poesía del Lenguaje: De T. S. Eliot a Eduardo Espina. Mexico, DF.: Editorial Aldus. 2008. 400 pp

Reviewed: Ramón I. Martínez.

Enrique Mallén. Poesía del lenguaje

La poesía del lenguaje es negación del yo, está basada en un cierto tipo de ironía que convendría analizar detalladamente. El yo siempre es otro, diría Rimbaud. También vale recordar que en su ensayo Definiciones de territorios: lo cómico, expone Italo Calvino los motivos por los que utiliza la ironía y la sátira: mientras la última tiene como elementos centrales la burla y el moralismo —que implican un juicio de superioridad y una oposición por el objeto que repele—, la ironía desea destruir la univocidad de las representaciones y de los veredictos. Mientras la sátira implica una tesis, el convencimiento de poseer la verdad y la necesidad de ridiculizar lo que no se comparte, la ironía incluye al propio yo que ironiza, desea comprender al otro y tiende a destruir la egocéntrica visión que ofusca la reflexión y percepción críticas (para una distinción más detallada entre ironía y sátira, conviene leer a Elizabeth Sánchez Garay, Italo Calvino. Voluntad e ironía. Universidad Autónoma de Zacatecas-Fondo de Cultura Económica, México, 2000; 59-95pp.). Señala Pere Ballart:

(...) no es necesario darle muchas vueltas al asunto para comprender que la ironía es una modalidad del pensamiento y del arte que emerge sobre todo en época de desazón espiritual, en las que dar explicación a la realidad se convierte en un propósito condenado al fracaso (...) Desde una perspectiva intelectual, si algo caracteriza a nuestro tiempo es la pérdida del sentido unívoco de lo real: la complejidad de nuestro mundo, las contradicciones, a menudo cruentas, entre las palabras y los hechos, abonan el que la literatura, por su excepcional capacidad mimética con respecto a las demás artes, se haya hecho eco como ninguna otra de la alienación, la distorsión, el absurdo que asechan a diario al conjunto de los hombres. (Eironeia. La figuración en el discurso irónico en el discurso literario moderno, Quaderns Crema, Barcelona, 1994; 23-24pp.)

Esto referido a la literatura está ligado a un tradición de la poesía acerca del lenguaje: “En el momento en que el poema comienza, el lenguaje se está preguntando, no sólo sobre la causalidad del referente, sino además sobre el destino incierto de su actividad”. Con estas palabras del poeta Eduardo Espina se abre el libro que nos ocupa: Enrique Mallén, Poesía del lenguaje: De T. S. Eliot a Eduardo Espina.

El siglo pasado presentó una eclosión impresionante en cuanto a la poesía acerca del lenguaje, iniciando con vanguardias donde la constante fue aquello que Octavio Paz llamara “tradición de la ruptura”. A este respecto cabe recalcar las palabras de Enrique Mallén con las que abre la “Introducción” a su libro: A pesar del gran interés que ha generado la llamada “poesía difícil” del “neobarroco” latinoamericano (representada por el mexicano Gerardo Deniz, el argentino Néstor Perlongher, los uruguayos Eduardo Espina y Roberto Echavarren, el cubano José Kozer, entre los más destacados por su originalidad), no se ha publicado hasta la fecha ningún estudio sobre la misma. Es una curiosa asimetría, pues los poetas clasificados dentro de este grupo han sido bastante prolíficos en su producción literaria. A pesar de ello, la respuesta de la crítica en el mundo hispano ha sido ínfima, por no decir inexistente. En el mundo anglosajón, por el contrario, la “poesía de la dificultad”, también llamada “poesía del lenguaje”, es reconocida como un fenómeno ineludible, y ha despertado gran interés tanto en la crítica como en las casas editoriales.

En consecuencia, este libro-ensayo de Mallén viene a llenar una carencia en nuestro ámbito hispánico: la crítica acerca del llamado “neobarroco” latinoamericano. Este libro ha sido escrito bajo la premisa de que existe una estrecha relación entre dos tendencias estéticas: la “poesía del lenguaje” estadounidense y el “neobarroco” latinoamericano. El primer referente “neobarroco” en Hispanoamérica, Julio Herrera y Reissig (Montevideo, 1875-1910), antecedió a uno de los precursores de la “poesía del lenguaje”, T. S. Eliot (St. Louis, 1888-1965), en tanto que éste se adelantó a uno de los pioneros de la poesía de la dificultad latinoamericana, el cubano José Lezama Lima (La Habana, 1910-1976). El paralelismo entre ambas prácticas líricas augurales resulta innegable. Tanto la escritura “neobarroca” como la poesía del lenguaje van más allá de la pura representación, y tienen como meta final una percepción abierta y “polirreferencial” estrechamente ligada al lenguaje y que, siguiendo una propuesta anterior de Mallén, denomina “con/figuración sintáctica”.

A lo largo de ocho capítulos, Enrique Mallén establece una muy documentada revisión histórica-crítica del fenómeno literario en cuestión, considerando tanto la tradición sajona como la hispanoamericana recientes. Al mismo tiempo, dicha revisión se ve enriquecida con una amplio sentido del aporte de las ciencias del lenguaje al análisis literario, con una perspectiva que pudiéramos juzgar de “inmanentista” pero que estrictamente no es tal, pues el contexto histórico —incluyendo el llamado “malestar civilizatorio”— aparece manejado entre líneas: El profundo malestar civilizatorio de una “comunidad mundial sumida en el círculo vicioso sadomasoquista de poseer, consumir, despilfarrar y destruir todo: cosas y personas”, citando palabras del sociólogo Héctor Ceballos Garibay.

En la poesía de Eduardo Espina, epígono de ambas mencionadas corrientes, la estructura del lenguaje está determinada por un interés en el valor creativo de la representación lingüística. Esto confirma la hipótesis de Marjorie Perloff respecto a que el período moderno todavía sigue vigente y que la modernidad es un proyecto aún sin terminar.

Enrique Mallén, Poesía del lenguaje. De T. S. Eliot a Eduardo Espina. México, Aldus, 2008; 397pp.

Fuente: Revista Siempre! / México / http://www.siempre.com.mx/2921RAMON.htm