XXXI
que lechugas con dolor de bacalao lloran
en la fuente y crece [ su vinagre ] teniendo
cuenta de la pizarra el pez que nada en
el olvido que tiene su razón escondida en
la luz ciega de amor entre suspiros
el chocolate tierno respira su contento
infeliz pajarillo que dibuja su jaula de pestañas
y pinta sus mejillas del aura matutina escondida
debajo de su cuerpo que el deseo adormecido pasa
su mano y acaricia el papel pintado que
los años salpican en la sombra queriendo vendimiar
el color de su olor en su iris sin ninguna razón
reteniendo su voz y gritando el silencio que la
campana de algodón repite bajo el agua y necesita
el apoyo del pozo encima del castillo para tocar de manos
el trozo de la frente del toro que retiene el clavel
de su grito vara que pega duro en su pasado regocijando
el pedazo de aire ahora que ensarta su destino
y lleva de collar su pensamiento catapulta que tira y rompe
la distancia [ en ] mil pedazos espantando en su mano la piedra
que disminuye el reloj gota a gota 3 . 4 . 5 . 10 - 14 .
50 . 10 . 24 . 0 . 2 . 3 . 1 . 2 . 5 . 1 . 2 . 24 . 22 . 34 . 1 .
2 . 23 . 1 . 2 . 2 . 0 . 1 . 10 . 1 . 1000 . 2 . 1 . 0 . doy mil
pruebas de esto en lo dicho y saco el resultado envuelto
entre las astas recortadas de olores sentados de
cabeza en el oro del pelo repitiendo el adobo con la
punta del pie en el borde del mar haciendo que
se cuelguen a las palomas que se caen del cielo las
pruebas impresas de razones cosidas en la máquina
que no llora su azafrán en medio de la plaza cadencia que
el coraje la trae atada a la silla que trama el sapo en su
nuez de azabache y menea [ su ] culo frente al callo estremeciendo
el rostro rayado en el azul que trae el reflejo que
pisan sus palabras horchata valenciana en la campana escondida
entre las hojas que arden en el libro feroz de su día
de fiestas de palmera en su mano que tira el brazo