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díganme si otra vez en vez de
hacer la ninfa california
que no sienta su vez en
el reflejo que tiene que hacer la
siesta escondida en su recuerdo
y que como es natural no
se detengan recogiendo firmas
para después hacer palillo de
dientes para otra vez retener
el caballo que se destripa
que las flores retuercen el
redondel chispeando de arena
de relojes de punta seca
haciendo nudos de batutas en
los bolsillos olvidadizos enterneciéndose
con ellas y descalzando
las medias que se tiende en
los cuernos del toro que la
sangre les rueda encima de
su jaula haciendo de un
cuarto de azafrán dos espadas