XX
que ya el pasado no es más que
la frescura de la tarde de un verano
y la mesa se pone de fiesta con
flores y con frutas y boquerones y
pimientas y tomates pepinos
berenjenas y lechugas y aceitunas
verdes y negras y arriba violetas
y más abajo oro que persigue el rosa
dando golpes al azul entre el
rojo del gallardete que se está derritiendo
de alegría que ahora canta en su
lengua guapa los festones de gritos de
placer muy de veras y empiezan
las estrellas a clavar en
su piel lo que habrá que esperar
tendido en el andén que ahora
vamos a ver que ya está bien
jalear lo que imposible es de
impedir que llegue