XXVII
refajo oloroso y dormido al calor
de su cuerpo crispa el nido entre
piernas la mano del recuerdo Souvenir
chispeando en el baño otra vez
la remoja y la afeita dejando la
frescura para otro día de fiesta que
repiquen caricias y hagan nardos con
ajos y habichuelas torcidas alrededor del ole
que se ve en el ojo de la cerradura
cuando su llave entra y recoge la luz de
cera fundida en el anillo y ahora
que me toca en lotería que salió
el gordo a mí la pena no hay que
cerrar la cárcel y echar los presos
fuera de ellos y escoger el camino
azul entre cien en el mundo
de plata que deja un sabor de
rama rota donde colgar la caña que
pesca el porvenir y pasar la maroma tendida
entre sus tetas con los ojos vendados y retorciendo
un rayo con sus manos levantando el
reflejo del lago y rebuscando dentro del vacío el pueblo
veraniego de mercurio moviente en el papel
de seda su desnudo recogido
en la calle arco iris de canto llano y jondo canta
su pena lirio entre la arena de la vida quema su